Las primeras horas de vida: la importancia del vínculo temprano

contacto piel con piel

Durante los meses que dura el embarazo, médicos y matronas  informan a los futuros papás y mamás de todas las consideraciones prácticas necesarias para afrontar con seguridad y confianza el momento del parto. Pero no podemos olvidarnos de cuidar la parte psicológica y afectiva que también está presente en los momentos previos y posteriores a este.

El parto es un momento estresante no solo para la familia, si no también para el bebé, ya que pasa de un medio acuoso, donde está “recogido y calentito” y con todas sus necesidades cubiertas, a un medio aéreo que resulta extraño y comienza a tener frío y hambre.

Es importante recordar que hasta ese momento su único contacto con este nuevo mundo ha sido a través de las voces de sus padres, del sonido del latido del corazón de mamá,…Por tanto, esto será lo que más tranquilidad y seguridad le transmita.

En estos primeros momentos, las horas y días tras el parto, la principal misión como padres es conocer al bebé, comenzar a descubrirse mutuamente. Y generar lo que denominamos el vínculo afectivo.

¿Qué es el vínculo y por qué es tan importante?

Podemos definir el vínculo como la relación que se establece entre el bebé y sus principales cuidadores. Este es importante para la supervivencia física, pero también es decisivo para su desarrollo psicológico y emocional/afectivo, ya que proporciona confianza y seguridad en el niño.

Gracias a la creación de este vínculo, el niño va a aprender a relacionarse en el futuro, por tanto, vamos a favorecer que el niño sea un adulto seguro, autónomo y que establezca relaciones sociales de manera saludable.

¿Cuándo se establece el vínculo afectivo?

El establecimiento del vínculo no es algo que se produce en un acontecimiento puntual como ocurre en otras especies, por ejemplo en las aves. Es un proceso que se extiende en el tiempo, por lo que nunca es tarde para generarlo. Sin embargo, se sabe que durante las dos primeras horas de vida es el momento ideal para comenzar a establecer el vínculo.

En esos primeros momentos podemos observar que el bebé se encuentra calmado y muy receptivo a las miradas, palabras  y caricias. Es por esto que el contacto piel con piel con la madre durante estas primeras horas son tan importantes y beneficiosas para ambos.

 Momentos que favorecen la relación afectiva

Además del contacto piel con piel durante las primeras horas de vida, existen diferentes momentos que favorecen el vínculo con el bebé, como son el tiempo que se le dedica cuando se le da de comer o cuando se le da un masaje.

En el momento de alimentar al bebé, además de aportarle los nutrientes necesarios, se genera un momento intimo entre el bebé y la persona que le está alimentado que va a hacer propicio el establecimiento del vínculo.  Es una de las primeras formas de comunicarse e interactuar con el bebé, gracias al contacto físico puede percibir la voz, el olor y la expresión facial de la persona que le tiene en brazos y establecer las primeras “conversaciones” con el adulto.

Realizar masajes al bebé desde sus primeros meses de vida, permite conocerle de una manera diferente, a través del tacto. Y comprenderle mejor gracias a la comunicación verbal y no verbal que se establece, para así responder mejor a sus necesidades, tanto físicas como psico-afectivas. Además de ayudar a forjar los vínculos de confianza y seguridad decisivos para su desarrollo futuro.

 

Miriam Lara

Psicóloga Infantil y Educadora de Masaje Infantil

Elvira López-Mántaras

Psicóloga Infantil y Experta en Atención Temprana

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