¡Ya voy al cole! Cómo afrontar los primeros días en la escuela

Terminadas las vacaciones, son muchos los niños que acuden por primera vez la escuela infantil. Este es un momento de cambio para toda la familia, y como todo cambio requiere un período de adaptación por parte de todos.

¿Por qué son tan duros los primeros días?


Cuando el niño acude por primera vez a la escuela se enfrenta a una situación totalmente desconocida para él, es por ello que la mayoría se ponen nerviosos, lloran, no se quieren separar de sus padres o incluso se niegan a entrar en el aula.

La entrada en la escuela supone un gran cambio en las rutinas del niño, se enfrenta a nuevos horarios, nuevas normas y tiene que aprender a convivir con otros niños y adultos que hasta ahora no conocía.

El hecho de verse en un entorno desconocido y sin sus figuras de referencia genera un sentimiento de “abandono”, dado que hasta ese momento pasaba la gran parte del tiempo en casa con sus seres queridos. Este sentimiento es normal y puede generar miedo en él. Este miedo irá disminuyendo según vayan pasando los días y compruebe que papá y mamá siempre vuelven.

Este momento también supone un cambio importante para los padres, que al igual que el niño, lo viven con nerviosismo e incertidumbre. Suelen pasarlo mal al ver que su hijo llora, se abraza a ellos o se niega a entrar en la escuela.

Claves para enfrentar mejor los primeros días y la adaptación:

Algunas cosas que van a favorecer que la adaptación sea más fácil son, por ejemplo, que el niño este acostumbrado a relacionarse y jugar con otros niños de su edad (en el parque, en cumpleaños,…).

También es positivo que en días anteriores al inicio del curso comience a acostumbrarse a los horarios escolares a la hora de despertarse y acostarse. Así, como hablarle de la escuela de forma positiva (de los juegos y juguetes que hay allí, de lo bien que se lo va a pasar) y pasear cerca para que conozca el lugar.

Durante los primeros días es importante transmitirle la sensación de tranquilidad y entusiasmo hacía la escuela, ya que si percibe que los padres están nerviosos o preocupados él también lo estará.

A la hora de dejar al niño en la escuela se deben evitar las despedidas muy largas. Aunque el niño llore, es mejor hacerlo de forma natural realizando una despedida rápida y con cariño.

Dentro de lo posible, es recomendable que al menos los primeros días sea el padre o la madre el que le lleve a la escuela. Esto hará que se sienta más seguro y protegido.

Es importante ser puntuales a la hora de recogerle para evitar que se sienta solo en ningún momento.

Cada niño es diferente y necesita su periodo de adaptación, por eso es importante tener paciencia y transmitir tranquilidad al pequeño y confiar en los educadores. La mayoría en un rato estará jugando y disfrutando de esta nueva etapa.

Miriam Lara y Elvira López-Mántaras

Psicólogas infantiles y Expertas en Atención Temprana

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